“A nivel de valores, creo que tenemos muy en cuenta a la persona en sí, sus necesidades y propuestas”.
Hablando con Alejandra Polo, una de las socias fundadoras de Psicomentale, nos deja clara la importancia de contar con un buen equipo pero, sobre todo, de perseguir los sueños hasta hacerlos realidad. En el caso de la clínica Psicomentale, el equipo está dirigido por tres socias, Alejandra Polo, Pilar Plata y Cristina Pérez.
Alejandra reconoce que pasó por muchas etapas a la hora de saber lo que quería estudiar. “Supongo que le pasa a mucha gente”. Desde pequeña pensaba que las ciencias eran su camino, pero según fue creciendo, se fue fijando en la idea del conocimiento del cerebro.
Si tuviera que destacar algo sería “el trabajo con las personas y la curiosidad de cómo funciona nuestra mente”. Sin duda, fue esto lo que la animó a estudiar psicología.
Alejandra reafirma que lo que más le gusta de su rutina en la clínica es el trato directo con el paciente. “Esa sensación de confianza y familiaridad, es el vínculo que se establece con las personas con las que trabajas”. Lo define como un acompañamiento mutuo.
Cuando mira hacia atrás, recuerda que la idea de montar la clínica surgió a raíz de que en la familia de Alejandra hay una persona con discapacidad intelectual y desde que comenzó a estudiar psicología, notó una carencia. “Se quedó en mi cabeza la necesidad de algo que aunara todos los servicios que necesita una persona así”.
Cuando empezó a trabajar, estuvo 5 años en un centro de día para personas con enfermedad mental grave en riesgo de exclusión social. “Fue ahí cuando comprobé lo que yo pensaba, que no se puede tratar de manera personalizada si realmente no se abordan todos los aspectos de una persona”. Ahí tuvo la idea clara de reunirlo todo.
Fue en el centro de día donde conoció a Pilar Plata, y juntas decidieron embarcarse en el duro camino del emprendimiento. Por su parte Pilar había dejado su anterior carrera profesional para apostar por su pasión, ayudar a las personas. Ahí comenzó a germinar la semilla que terminaría floreciendo y dando lugar a Psicomentale.
Los inicios nunca son sencillos, eran las dos en un despacho pequeño, pero siempre con la idea de crecer en la cabeza. “Al final, en un despacho no puedes realizar talleres, nos quedábamos en terapia verbal simplemente”. Siempre tuvieron en la cabeza la idea de poder hacer un acompañamiento integral de las personas.
Debido a la maternidad de Pilar, se incorporó al equipo la última socia de Psicomentale, Cristina Pérez, que también había estado trabajando en el centro de día. A partir de ese momento y no sin muchas dificultades se centraron en la apertura de la clínica. “Fue cumplir la idea que yo tenía en la cabeza desde los 18 años”.
Alejandra nos comenta que siempre se sigue aprendiendo. “Me ayuda verlo como un equipo, donde todos estamos trabajando en el mismo centro, todos para ayudar a la persona”. Así como dice, no es trabajo individual, sino un esfuerzo común y mutuo.
“Lo más importante es cuidar al equipo, atender sus peticiones”. Aunque siempre hay momentos en los que se deben tomar decisiones complicadas, el apoyo entre todos hace que poco a poco vayan logrando esa sensación de estar en familia.
Si tuviera que enmendar algún error, afirma que sería la organización. “Intentaría ser más organizada, todas las ideas parecen geniales, pero Salamanca es una población poco activa en el autocuidado, así que hay que ir paso a paso”.
También reconoce haber sentido frustración cuando las cosas no han salido como esperaba, pero ahora piensa en la importancia de ir dejando huella poco a poco y sin agobios.
Alejandra nos comenta que no hay ninguna clínica con todos los servicios que ellos ofrecen, se caracterizan por ser un centro que aúna cuerpo y mente. Entre sus especialidades se encuentran la psicología, psicopedagogía, entrenamiento personal, psiquiatría, fisioterapia y nutrición. Además, en breve se incorporarán más servicios al centro, siempre con la idea de hacer el acompañamiento integral a las personas.
“A nivel de valores, creo que tenemos muy en cuenta a la persona en sí, sus necesidades y propuestas”. Reconoce que siempre intentan que el paciente se sienta como en casa, cómodo y seguro.
Las videollamadas se han convertido en sus aliadas, Alejandra nos asegura que les han ayudado mucho en la organización, pues ya no tienen que estar pendientes de crear un link para cada video consulta. “El hecho de que al programar esa sesión ya puedas poner la opción de videollamada, es un gran avance”.
Eso sí, para los pacientes quizá lleve más tiempo. “Ellos estaban acostumbrados a que les llegara un enlace de Google, por lo que la transición ha sido poco a poco”.
En cuanto a la gestión del centro, afirma que “el calendario es una gran ayuda a nivel organizativo, al no tener despachos para todos hay que gestionarlo según la especialidad y lo que requiera cada consulta”.
Por último, Alejandra habla sobre la facturación y cómo Archivex ha supuesto una ventaja clave. “Cristina, que es la encargada de llevar la facturación de la empresa, ha visto la luz, es muy sencillo, con meter algunos datos ya tienes las facturas creadas rápidamente”.
Si hay algo que tienen en mente es empezar a trabajar con terapias grupales. “Queremos intentar que poco a poco el centro se vaya convirtiendo en un espacio formativo”.
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