En el éxito de una clínica influyen varios factores, entre ellos se encuentran la relación con proveedores, el seguimiento de presupuesto y las inversiones realizadas. Mantener un equilibrio entre ellas te ayudará a controlar los gastos que se producen en tu centro.
La gestión eficaz de una clínica médica no solo implica proporcionar atención de calidad, sino también administrar de manera prudente los recursos financieros con los que cuentas y establecer relaciones sólidas con los proveedores. Hoy en día, en un entorno económico cada vez más desafiante, como gerente de tu clínica debes priorizar el control de gastos y la gestión de relaciones con proveedores para garantizar la sostenibilidad y éxito a largo plazo.
En primer lugar, el control de gastos es fundamental para garantizar la viabilidad financiera de tu centro. Debes llevar una supervisión cuidadosa de los costos operativos, como salarios, suministros médicos, alquiler del local y mantenimiento de las instalaciones. De esta manera podrás evitar gastos innecesarios y mantener un presupuesto equilibrado. Es fundamental que implementes medidas que optimicen la eficiencia operativa, como la negociación de contratos con proveedores, identificar posibles áreas de ahorro e implementar prácticas de gestión de inventario que sean eficientes.
Además, es vital valorar las relaciones con los proveedores que tengas y mantener una buena comunicación con ellos, abierta y transparente. Los proveedores de suministros médicos, equipos y servicios para tu centro desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de tu clínica y, por lo tanto, crear relaciones sólidas puede resultarte muy beneficioso.
Al mantener un trato amable y fluido, puede que te sea más sencillo negociar con ellos los mejores precios, condiciones de pago favorables y acceso a productos y servicios de alta calidad. Piénsalo, si te llevas bien con ellos también te será más fácil resolver cualquier problema y obtener soporte técnico con rapidez cuando te sea necesario. También es importante valorar el flujo de caja; puedes optar por pagar a tus proveedores a 60 o 90 días, lo que te permitirá disponer de ese dinero ese tiempo sin que salga de tus cuentas. En resumen, sería una pequeña ventaja económica como empresa.
Eso sí, esto no quita que tengas que estar buscando constantemente mejores proveedores con ofertas más satisfactorias para tu clínica. No todo es la buena relación, debes tener en mente la idea de obtener precios competitivos que te permitan sacar un margen de beneficios amplio.
Además de controlar los gastos y cuidar la relación con los proveedores, ser gerente de una clínica te obliga a pensar y supervisar la calidad de los productos y servicios que estás ofreciendo a los pacientes. Para dar lo mejor, es necesario que evalúes la reputación, experiencia y fiabilidad de tus proveedores, siempre antes de establecer cualquier relación comercial o firmar contratos. Al priorizar la calidad sobre el precio, estarás garantizando la seguridad y eficacia de los productos y servicios que reciben tus pacientes, contribuyendo así a mantener la confianza y la satisfacción a largo plazo.
Piensa esto, cuanto mejores sean tus equipos para el diagnóstico y tratamiento, servicios y personal, más probabilidades hay de que los pacientes acudan a tu centro en busca de la mejor atención.
Sin embargo, a la hora de realizar una inversión debes ser consciente del riesgo que supone y tener claro que hay que contar con margen suficiente para que sea rentable y no te quedes sin liquidez. Debes tener en cuenta los posibles intereses en caso de necesitar un préstamo y los gastos mensuales que te puede suponer. Todas esas compras o contrataciones tienes que pensarlas con calma y plantearlas de manera que las puedas amortizar. Sin embargo, puedes decidir ahorrar para realizar esa inversión más adelante y poder hacerle frente económicamente sin problema.
La realidad es que si te haces con gran cantidad de aparatos con la última tecnología o incorporas a los mejores profesionales, pero no lo promocionas como debes, nadie se enterará. Debes darle visibilidad a todo lo bueno que ofrezcas para que los pacientes puedan apreciarlo y valorarlo. Está claro, los pacientes siempre van a buscar el mejor equilibrio entre la calidad y el precio, es por ello que siempre debes intentar ofrecer lo mejor de lo mejor.
Otra opción es estudiar la maquinaria que tengas en tu centro. Piensa si te conviene invertir en un equipo mejor que, aunque suponga un desembolso inicial, te permita aprovechar mejor los tiempos y sacarle mayor rentabilidad al acelerar los procedimientos.
De esta manera, es posible reducir el tiempo de atención a determinados pacientes, pudiendo gestionar más citas en esa ventana de tiempo y aumentar los ingresos.
Por último, pero no menos importante, está claro que para ser más rentable debes reducir o controlar los gastos que tienes. No se trata de invertir constantemente, debes cuidar tus finanzas y ser previsor para anticiparte a lo que pueda pasar, evitando así un gasto no planeado que pueda afectar a tu rentabilidad.
En resumen, el control de gastos e inversiones y la gestión de los proveedores son puntos clave para lograr una gestión eficaz en tu clínica. Al adoptar estas prácticas de control de gastos y establecer relaciones positivas, podrás conseguir una viabilidad financiera a la par que una atención de calidad a tus pacientes.
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