Los requisitos de higiene que debe cumplir una clínica estética estarán definidos en las normativas sanitarias concretas de cada comunidad. Sin embargo, hay pequeñas cuestiones que se pueden llevar a cabo para mejorar la experiencia del paciente y dar una imagen intachable.
El éxito de una clínica no solo depende de los profesionales que trabajen en ella o los servicios que se ofrezcan, mucho tiene que ver la apariencia del local y el estricto cumplimiento de los requisitos de higiene.
Si un paciente acude a un centro que está poco cuidado y que no vela por su bienestar o confidencialidad, hay más posibilidades de que no regrese. La imagen es lo primero que entra por los ojos, así que, además de la calidad de los servicios y productos, la apariencia es de lo más importante.
Tanto la higiene como la gestión de los diferentes espacios afectan a la seguridad y a la credibilidad que trasmitas. Además, la implementación de procedimientos de limpieza te puede ayudar a ofrecer una atención de calidad y a reducir posibles riesgos.
Está claro que cualquier centro debe cumplir una serie de normativas higiénicas, pero si tienes una clínica estética deben ser más estrictas. Lo primero que debes saber es que depende en parte de la comunidad o provincia donde te encuentres, pero hay aspectos comunes para todos que son indispensables.
Deben regirse por las normas establecidas por las autoridades sanitarias correspondientes. Esto significa que antes de abrir tu centro, deberás pasar una inspección para asegurar que tu material es compatible con el trabajo a desempeñar y, lo más importante, que está limpio y en buenas condiciones.
El orden es el paso previo a la limpieza, por lo que juega un papel fundamental a la hora de dar buena imagen a los pacientes que acuden a tu centro. Debes separar los materiales que sean desechables de aquellos que no lo son; esto te ahorrará trabajo a la hora de limpiarlos y desinfectarlos después.
Así mismo, te recomendamos mantener un lugar destinado exclusivamente a las herramientas que ya has utilizado, separadas del resto. Así evitarás que se contaminen las demás y sabrás que las tienes que higienizar posteriormente.
Ten en cuenta que por tu centro van a pasar muchas personas al día, por lo que tanto las salas comunes como cada cabina o espacio individual deben ser limpiados frecuentemente. Además, es vital que sigas un proceso exhaustivo de desinfección, tanto con el material empleado en cada sesión, como con los elementos comunes, ya sean sillas, camillas…
En cuanto a la frecuencia de limpieza, es recomendable hacerlo después de atender a cada paciente. El profesional encargado deberá desechar los guantes utilizados, retirar las toallas o batas, tirar el papel que cubre la camilla y cualquier cosa que haya estado en contacto con el paciente atendido.
Si hay algo que no puede faltar nunca en tu clínica de medicina estética, son los contenedores o papeleras donde desechar el material utilizado: agujas, bisturíes, guantes de un solo uso, gasas, algodones… También deberás tirar al cubo de residuos sanitarios cualquier muestra o resto obtenido durante la consulta o intervención. La gestión de estos recursos está establecida por el gobierno, de esta manera su manipulación se hará de forma adecuada.
No es conveniente que reúnas a una gran cantidad de ellos en las salas de espera. Aunque se puede considerar una medida sanitaria, tiene más que ver con la comodidad tanto de tus profesionales como de los pacientes que acudan al centro. Piensa en la confidencialidad, a lo mejor alguna de las personas que requieren tus servicios no se siente cómoda si se la reconoce en la sala de espera o si se encuentra con alguien conocido antes o después de alguna intervención.
Para esto, te recomendamos contar con diferentes espacios como salas de espera divididas y definidas según el tipo de consulta o procedimiento que van a recibir los pacientes.
Si algo hemos aprendido con la pandemia del COVID, es que la mejor manera de no contagiar es manteniendo la distancia y la higiene. Por ello, puedes enviar un cuestionario o un recordatorio a los pacientes que tengan cita próximamente, avisándoles de que, si se encuentran mal o están pasando por un proceso gripal o vírico, se abstengan de acudir a la consulta. Les puedes facilitar opciones para cambiar o anular la cita.
No es lo ideal, pero debes pensar en el bienestar de tus pacientes y tus profesionales por encima de todo. Puede que pierdas un paciente o que retrase su cita, pero es mejor eso a que contagie al resto y el problema se haga más grande. Nadie quiere sufrir una crisis reputacional si se puede evitar.
Hay otras medidas muy bien valoradas que puedes implementar en tu clínica como tener dispensadores de gel desinfectante en las salas de espera y contar con ambientadores para mantener el espacio fresco y libre de olores fuertes. Además, aunque es obvio, es fundamental recordar la importancia de que el personal de tu centro de estética lleve puesta mascarilla cuando se estén realizando tratamientos que requieran contacto y cercanía con el paciente.
Mantener a los pacientes satisfechos y tener las instalaciones cuidadas y limpias está en tu mano. Ahora que ya sabes cómo llevar a cabo estas estrategias de higiene, es tu turno para ponerlas en práctica y gestionar un centro eficaz con las mejores calidades.
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