Asegurarse de cumplir con los requisitos legales y de mantener los seguros actualizados es la mejor manera de evitar sorpresas desagradables y concentrarte en lo más importante: brindar una atención médica de calidad a tus pacientes.
La gestión de una clínica, además de la atención a los pacientes y la administración diaria, requiere asegurar que tanto el negocio como los profesionales estén protegidos ante posibles riesgos. Para ello, contar con los seguros adecuados es fundamental.
Entre los más importantes se encuentran el de responsabilidad civil profesional, el seguro de la clínica (tanto de contenido como de continente), y el de responsabilidad civil de explotación. Cada uno cumple con un propósito específico y aporta la seguridad necesaria para garantizar el funcionamiento óptimo de tu centro y la protección frente a reclamaciones o imprevistos.
A continuación explicaremos los tres seguros obligatorios que debes tener en tu centro para cumplir las normativas y llevar la administración al día.
Es una de las pólizas más importantes para cualquier clínica, ya que protege tanto al centro, como a los profesionales que trabajan en él, frente a reclamaciones derivadas de su actividad laboral.
Este tipo de seguro cubre los posibles daños o perjuicios que un paciente pueda sufrir debido a errores, negligencias o malas prácticas durante la prestación de servicios sanitarios. En España, la ley exige que los profesionales sanitarios estén asegurados para poder ejercer. Ofrece cobertura frente a demandas judiciales, indemnizaciones por errores médicos, e incluso los costes asociados a los procesos judiciales.
Cada empleado de tu clínica (médicos, enfermeros, fisioterapeutas, etc.) debe contar con una póliza de responsabilidad civil profesional individual. Estas pólizas se adaptan a las particularidades de cada profesión y al grado de riesgo involucrado.
• Cobertura mínima recomendada: Dependiendo de la actividad y del volumen de pacientes, las coberturas pueden variar, pero generalmente se recomienda un mínimo de 1 millón de euros en garantías para que cualquier reclamación pueda ser cubierta adecuadamente.
Además del seguro individual de cada profesional, tu centro debe contar con uno de responsabilidad civil de la empresa o centro sanitario. Este protege a la clínica ante las reclamaciones por posibles daños causados a los pacientes que puedan derivarse de la responsabilidad del establecimiento, como fallos en el equipamiento, infecciones hospitalarias, entre otros.
Este seguro también cubrirá los gastos derivados de una posible defensa judicial, lo cual es crucial en caso de una reclamación grave.
Dependiendo de si eres propietario o alquilas el local de tu centro, las pólizas que necesitarás serán diferentes. Estos seguros protegen tu negocio ante daños materiales, ya sea por accidentes, incendios, robos u otros imprevistos.
Es necesario si eres el propietario del inmueble donde está ubicada la clínica. Cubre los daños estructurales del edificio, como las paredes, techos, suelos, ventanas y puertas. Este tipo de seguro es esencial para proteger tu inversión en caso de incidentes como incendios, inundaciones o explosiones.
• Cobertura recomendada: Es recomendable asegurar el valor real de reconstrucción del inmueble, no el valor de mercado. Esto garantiza que, en caso de siniestro, puedas reponer la estructura sin sufrir pérdidas económicas.
Si estás de alquiler, el propietario del inmueble debería tener contratado este seguro. Sin embargo, como gestor del centro, es importante verificar que el local esté adecuadamente asegurado, ya que los daños en la estructura podrían afectar el funcionamiento de tu negocio.
Es fundamental para proteger el mobiliario, equipamiento médico y tecnológico, así como cualquier otro activo dentro de tu clínica. En caso de un siniestro, como robo o incendio, este seguro te permitirá reponer el equipamiento dañado o perdido sin incurrir en grandes pérdidas.
• Cobertura recomendada: Debes asegurarte de que el valor del contenido asegurado sea adecuado a la inversión realizada en equipos médicos, ya que estos suelen ser costosos.
Es importante actualizar regularmente el inventario y el valor del seguro para evitar que la cobertura sea insuficiente o se quede desfasada.
En ambos casos, los seguros de continente y contenido pueden personalizarse para cubrir daños por fenómenos atmosféricos, vandalismo o averías en equipos electrónicos, lo cual es particularmente útil en una clínica con alta dependencia tecnológica.
Cubre los posibles daños que pueda sufrir un tercero (paciente, visitante, proveedor, etc.) dentro de las instalaciones de tu clínica. A diferencia del de responsabilidad civil profesional, que cubre actos médicos, este responde ante accidentes que puedan ocurrir durante la actividad diaria del centro, como una caída por el mal estado de una escalera o un accidente en la sala de espera.
Es muy relevante, ya que los pacientes y otras personas ajenas a la clínica también podrían reclamar indemnizaciones en caso de sufrir algún percance dentro del establecimiento.
• Cobertura recomendada: Las coberturas de este tipo suelen estimarse dependiendo del tamaño y actividad de la clínica. También es recomendable incluir la cobertura por defensa jurídica para cubrir los costes de asesoría legal en caso de una reclamación.
Además de los anteriormente mencionados como obligatorios, existen otros que te podrían ser de interés para la gestión de tu clínica, tales como:
• Seguro de accidentes laborales: Protege a los empleados ante accidentes que ocurran en el ejercicio de su trabajo.
• Seguro de ciberriesgos: Dada la gran cantidad de datos sensibles que maneja una clínica (historiales, datos personales, etc.) y la cantidad de tecnología que se utiliza en el día a día, un ciberataque podría comprometer seriamente la seguridad de la información. Cubre los daños y responsabilidades derivados de ataques informáticos.
• Lucro cesante: Consiste en el conjunto de ingresos que se deja de obtener como consecuencia de un daño o perjuicio que se produce. Se debe demostrar este cese de ganancias para poder obtener una indemnización con la cual hacer frente a la situación. Por ello, es vital contar con una cobertura especial en tus seguros destinados a estos casos.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los seguros mencionados no son opcionales, sino obligatorios para poder operar de acuerdo con la legislación vigente en España. Puedes consultar más detalles sobre su regulación para empresas en el portal de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones: DGSFP.
Para una visión más detallada sobre las responsabilidades profesionales y la regulación del seguro de responsabilidad civil, puedes consultar la ley reguladora de las profesiones sanitarias y las obligaciones de los centros sanitarios en el Boletín Oficial del Estado (BOE): Ley 44/2003.
Contar con los seguros adecuados para la gestión de tu clínica es una inversión imprescindible para garantizar la continuidad de tu negocio, proteger a tus empleados y pacientes, y evitar problemas legales que puedan surgir en el ejercicio de la actividad sanitaria.
Desde el seguro de responsabilidad civil profesional hasta el de explotación, cada póliza cumple una función específica y necesaria para operar con seguridad y tranquilidad. Además, la elección de las coberturas correctas, ya sea en la protección del inmueble o en los equipos médicos, te permitirá estar preparado frente a cualquier eventualidad.
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