Sabemos que, en el torbellino del día a día de tu clínica, es fácil que lo urgente pase por encima de lo importante. Pero seguramente quieras que tu clínica sea un referente y vaya como la seda, y que lo de estar todo el día apagando fuegos sea lo mínimo. ¡Necesitas hacer auditorías internas!
Apetecible no suena, lo sabemos. Pero te prometemos que esto no va de papeleos poco apetecibles, sino de detectar oportunidades, mejorar procesos, ahorrar dinero y asegurarte de que todo lo que pasa en tu clínica está alineado con el servicio excelente que quieres para tus pacientes.
Para que nos entiendas, una auditoría interna es como una revisión médica, pero para tu clínica. Sirve para analizar si lo que haces (procesos, protocolos, decisiones) está alineado con los objetivos de tu centro, las normativas y, sobre todo, con ofrecer una experiencia de 10 a tus pacientes.
¿La diferencia con una auditoría externa? La haces tú, con tu equipo, con un único objetivo: anticiparte a los problemas que puedan surgir y atajarlos de forma efectiva, sin perder el tiempo.
Igual así, sin mucho contexto y de forma genérica, no le ves los puntos buenos al hecho de hacer auditorías internas en tu clínica. Estos son los aspectos en los que notarás mejoría realizando estos procesos:
¿Alguna vez te ha pasado que un paciente se ha dado cuenta de algún fallo o error y a ti se te había pasado por completo? Suele pasar, pero seguramente te haya dado un poco de agobio el no haberte dado cuenta y poderte anticipar antes de que el paciente “te sacase los colores”.
Para poder llegar a esa situación idónea, es necesario que realices auditorías internas y así poder evitar consultas que se retrasan, profesionales que van y se llevan datos, protocolos de atención poco claros... ¡Análisis y anticipación, esa es la clave!
Normativas sanitarias, protección de datos, seguridad... ¡ Poca broma! Cumplir y tener todo en regla te evita posibles sanciones que repercuten en la reputación de tu clínica. Una buena auditoría revisa si cumples con todo esto y te libra de algún que otro susto.
Tener una mala gestión de stock o sobrecostes en personal te pueden hacer perder dinero sin que te enteres, ¡y no está la cosa como para perder 1 €! El realizar auditorías internas en tu clínica te ayudará a detectar fugas y ajustar sin bajar la calidad.
No hace falta que te vuelvas loco con procedimientos, sino que, con foco, criterio y herramientas adecuadas, puedes empezar rápidamente. Ten en cuenta estos consejos:
¿Cuándo piensas en una auditoría, se te ponen los pelos de punta? Lo entendemos porque da un poquito de repelús, pero eso se acabará si lo miras como lo que es, una herramienta para mejorar. Intenta inculcar esta forma de verlo a tus empleados y seguramente se impliquen más en el desarrollo.
Establece qué procesos vas a revisar, cada cuánto y qué indicadores vas a observar, deja todo bien claro y detallado. Por ejemplo: puedes revisar cada 3 meses el tiempo medio de atención o cada 6 meses los protocolos de esterilización. ¡No audites por auditar!
Por ejemplo, si tienes una clínica de medicina estética realizando una auditoría interna, podrás ver cuántos materiales tienes caducados y que no se han usado. Con ello detectarás el problema de forma rápida y podrás actuar elaborando, por ejemplo, un sistema digital de stock, consiguiendo reducir las pérdidas.
Si tienes un software de gestión clínica (como Archivex, por ejemplo), sácale jugo. Tienes a tu disposición estadísticas sobre citas, pacientes nuevos, tipos de productos y el stock disponible... ¿Todo a tu alcance y no lo estás usando? Te ayudarán a tener una mejor visión de cómo se encuentra tu clínica y en la toma de decisiones.
Crea la figura del auditor. Aunque sea un proceso interno, no pongas a cualquiera. La persona que audite debe conocer normativa, calidad, seguridad y tener buenas habilidades para comunicar sin generar rechazo entre los compañeros.
Tranquilo, nadie nació sabiendo. Si quieres empezar a implementar esta práctica en tu clínica, este sería tu paso a paso a seguir:
- Procesos asistenciales: Admisión, historia clínica, consentimientos…
- Gestión administrativa: Facturación, cobros, proveedores, inventario…
- Gestión de talento: Contratación, formación, rotación…
- Seguridad y calidad del paciente: Eventos adversos, encuestas de satisfacción, cumplimiento normativo…
Auditar tu clínica no es un capricho, es una inversión. Una buena auditoría interna te ayuda a mejorar la calidad del servicio, blindar tu negocio frente a riesgos y aumentar tu rentabilidad.
Y tú no montaste tu centro para ir tirando… ¿Verdad?
Artículos relacionados
¿Y si hoy te visita un inspector de Sanidad sin avisar? Tranquilo, no es el fin del mundo (aunque lo parezca). En este artículo te contamos qué hacer, cómo actuar y cuáles son tus derechos y obligaciones como gerente. Porque sí, se puede mantener la calma... ¡Incluso cuando la bata blanca llega sin cita!
Jennifer Martín Arranz
12 junio 2025
¿Tienes pacientes que no pagan y no sabes cómo atacar el problema? Conocer el motivo, así como las posibilidades que tienes para recuperar el dinero, es primordial para reducir el número de impagos. ¡Te lo contamos en este Academy!
Jennifer Martín Arranz
30 mayo 2025
¿Pensando en abrir una clínica? Si te abruma todo el proceso administrativo que hay que hacer y si piensas que hacer una obra solo son problemas, aquí tienes todo lo necesario para poner en marcha tu clínica y que no se te escape nada.
Jennifer Martín Arranz
28 marzo 2025
En estos momentos no podemos atenderte, deja tu número de teléfono y te llamaremos lo antes posible.
El número de teléfono no es correcto, debe de tener 9 dígitos.