Antes, cuando un producto se estaba acabando, no mirabas más, automáticamente hacías el pedido. Esto acarreaba que en cuanto revisabas un poco encontrabas una caja sin abrir y, por lo tanto, o te tocaba perder el tiempo intentando cancelar el pedido o pagarlo sin comprobar el precio y con la incertidumbre añadida de las fechas de caducidad.
Ahora sí estás al tanto de todo el material de tu clínica, y con un vistazo a tu stock desde el programa conoces las unidades de cada artículo que están en tu almacén. Así es como has observado que tienes que encargar un pedido de electrodos y ácido hialurónico.
Pero como te interesa no pagar de más, antes de solicitarlo, revisas el apartado de gastos, filtras por los productos y repasas sus precios en pedidos anteriores e incluso descubres al suministrador que mejor calidad – precio te ofreció.
Por tu buena experiencia sabes que los mejores tratos se realizan de tú a tú, así que contactas con ese proveedor directamente y sin perder un segundo.
Simplemente, accedes a la herramienta proveedores que está vinculada con la base de datos de tu Archivex y en la que guardaste toda su información relevante: nombre, NIF, dirección, teléfono, e-mail, web… ¡Rápido y fácil!