¿Cuáles son los derechos de los pacientes de mi clínica?

Como gestor de una clínica, es fundamental que conozcas cuáles son los derechos de tus pacientes y cómo hacer que se respeten. De esta manera, tanto tú como el paciente os sentiréis cómodos y tranquilos con la asistencia sanitaria proporcionada.

En España, los derechos de los pacientes están protegidos por una serie de leyes y regulaciones que garantizan un trato justo y respetuoso en todas las interacciones médicas. En tu clínica, debes comprometerte a cumplir con estos estándares y a promover el bienestar y la dignidad de cada paciente que te visite.

Derecho a la información asistencial y sanitaria

Uno de los derechos fundamentales de los pacientes es el derecho a la información, tanto sanitaria como asistencial. De acuerdo con la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y en derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, todo paciente tiene derecho a recibir información clara y comprensible sobre su estado de salud, así como sobre las opciones de tratamiento disponibles y sus posibles riesgos y/o beneficios.

Dentro de este apartado, está establecido que los servicios de salud dispongan en centros y clínicas, de una guía en la que se especifiquen los derechos y obligaciones de los usuarios. Además, se debe facilitar al paciente la información necesaria sobre las posibles sugerencias o reclamaciones que pueden presentar.

En cuanto a la información asistencial, el paciente tiene derecho a conocer toda la información disponible relacionada con su salud y, lógicamente, el titular del derecho a dicha información es el paciente. La información que comuniques a los pacientes que acudan a tu clínica debe ser veraz y, como mínimo, tiene que explicar la finalidad y naturaleza de cada paso o intervención, así como consecuencias y riesgos posibles.

Derecho a acceder a su historial clínico

Otro de los derechos fundamentales de los pacientes es el de acceso a su historia clínica. En tu centro, debes archivar y custodiar los historiales de todos tus pacientes en cualquier soporte que garantice su seguridad, correcta conservación y la recuperación de la información siempre que sea necesaria.

Tus pacientes tienen derecho a acceder a la documentación de su historial clínico y a obtener una copia de los datos que figuran en él.

Derecho a la intimidad

Además, los pacientes tienen derecho a la confidencialidad de su información médica, a la intimidad y a la privacidad. La Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, establece que los datos de salud están especialmente protegidos y deben ser tratados de forma confidencial y segura. En tu clínica, debes mantener estrictas medidas de seguridad para proteger la privacidad de los pacientes y su información médica.

Sin embargo, en casos donde la salud nacional esté en peligro, el derecho a la confidencialidad podría quedar limitado. Imagina que se trata de detener posibles enfermedades contagiosas; como sanitario, debes informar y poner en conocimiento de la red de vigilancia epidemiológica del Sistema Nacional de Salud si tu paciente está afectado por una enfermedad de este tipo y, sobre todo, los posibles riesgos que eso conllevaría.

Otros supuestos que podrían limitar el derecho a la confidencialidad del paciente serían mandatos judiciales o cuando su estado pueda poner en peligro a otras personas. En cualquiera de estos casos, si te ves obligado a compartir esta información confidencial sobre tu paciente, debes hacerlo con las máximas restricciones posibles para tratar de mantener su dignidad y privacidad.

Derecho a decidir sobre su salud

Asimismo, otro derecho esencial es el de decidir sobre su salud. Los pacientes tienen derecho a participar en las decisiones sobre su atención médica y a dar su consentimiento antes de cualquier intervención médica o tratamiento. ¿Qué significa? Que deben recibir información adecuada y comprensible sobre los procedimientos propuestos.

Además, un paciente puede revocar libremente, por escrito, su consentimiento en cualquier momento del proceso. Debes entender que este consentimiento informado no es un simple trámite, es un proceso de comunicación entre médico y paciente.

Del mismo modo, los pacientes tienen el derecho a la dignidad y el respeto en todas las interacciones sanitarias. Aquí se incluye el derecho a ser tratados con cortesía y consideración, independientemente de su origen, sexo, orientación sexual, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal.

Derecho a que se respete su propia voluntad

Cualquier persona que sea mayor de edad, capaz y libre, puede manifestar de forma anticipada y por escrito los cuidados y tratamientos de salud que desea recibir si llega un momento donde no puede expresar personalmente sus deseos. Esto se considera el derecho del paciente a que se respete su propia voluntad.

En estos casos, el paciente puede designar un representante legal para que, llegado el caso, actúe como interlocutor y vele por su voluntad ante el personal sanitario. El documento concreto donde se debe dejar reflejado todo esto, es el denominado “Documento de Instrucciones Previas”.

Si alguno de tus pacientes te pregunta sobre esto, debes indicarle que debe presentarlo en el registro que corresponda a su Comunidad Autónoma, según lo dispuesto en la legislación.

Derecho a reclamar y sugerir

Por último, cualquier paciente tiene derecho a reclamar y a sugerir. Debes saber que en tu clínica, los pacientes tienen derecho a presentar reclamaciones sobre defectos en cuestiones de funcionamiento, organización, trato recibido, recursos del centro, los servicios y el propio establecimiento.

Si, por otra parte, el paciente desea presentar sugerencias, también debes disponer del formulario correspondiente o una vía de contacto de fácil acceso, como un email oficial del centro.

En resumidas cuentas, tus pacientes cuentan con varios derechos que los protegen frente a la asistencia médica que van a recibir, tu función es facilitarles el proceso y ayudar a que sus derechos se cumplan y ellos se sientan bien atendidos en todo momento.

Piensa que, si están conformes y satisfechos con tu trato, es más probable que acudan de nuevo a tu clínica, pues saben que velas por su bienestar y les ayudas a entender lo que ocurre en cada situación.