Contratos formativos y de prácticas para los empleados de mi clínica

El uso de contratos formativos o de prácticas en tu clínica es una excelente opción para incorporar talento joven y capacitarlo según las necesidades específicas de tu negocio.

Estos contratos no solo permiten que los estudiantes o recién graduados adquieran experiencia profesional, sino que también ofrecen una serie de beneficios a nivel empresarial, desde incentivos fiscales hasta la oportunidad de moldear a los futuros profesionales que podrían integrarse de manera definitiva en tu equipo.

En este artículo, exploraremos en detalle los tipos de contratos formativos y de prácticas, sus características, y las ventajas que pueden ofrecerte como gestor de una clínica.

Tipos de contratos formativos: un análisis detallado

Existen dos principales modalidades de contratos formativos que puedes utilizar en tu clínica: el contrato para la formación en alternancia y el contrato de prácticas. Cada uno de ellos tiene características y beneficios particulares que es importante conocer para elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades de tu clínica.

1. Contrato para la formación en alternancia

El contrato para la formación en alternancia está diseñado para que los trabajadores compaginen la actividad laboral con la formación teórica relacionada con el puesto de trabajo que desempeñan. Este tipo de contrato es ideal para jóvenes que están cursando estudios formativos y desean adquirir experiencia práctica en su campo.

Características principales:

- Edad y requisitos del trabajador: Este contrato está dirigido a personas jóvenes entre 16 y 30 años que no tengan cualificación profesional reconocida por el sistema de formación profesional para el empleo o el sistema educativo, salvo en el caso de personas con discapacidad, colectivos en situación de exclusión social o que se encuentren en programas de empleo, para quienes no existe límite de edad.

- Duración: La duración mínima del contrato es de 6 meses, y la máxima de 2 años. Sin embargo, se puede ampliar hasta 3 años si así lo establece el convenio colectivo aplicable o en situaciones de discapacidad.

- Jornada: La jornada laboral se divide entre tiempo de trabajo efectivo y tiempo dedicado a la formación. La proporción exacta puede variar, pero el tiempo dedicado a la formación debe ser, al menos, del 25% el primer año y del 15% el segundo y tercer año.

- Formación: La formación teórica es obligatoria y debe estar directamente relacionada con la actividad profesional del trabajador. Puede ser impartida en centros educativos, de formación profesional o en la misma clínica, siempre y cuando esté debidamente homologada.

2. Contrato de prácticas

El contrato de prácticas está diseñado para personas que han finalizado estudios universitarios, formación profesional o cualquier formación oficialmente reconocida como equivalente. El objetivo es que el trabajador aplique y complemente los conocimientos adquiridos durante su formación académica, en un entorno real de trabajo.

Características principales:

- Edad y requisitos del trabajador: Este contrato está destinado a personas que han obtenido su título universitario, de formación profesional de grado medio o superior, o títulos oficialmente reconocidos como equivalentes, dentro de los últimos tres años, o cinco años si se trata de trabajadores con discapacidad.

- Duración: La duración del contrato de prácticas puede oscilar entre 6 meses y 2 años. Este contrato puede prorrogarse, pero en ningún caso puede exceder la duración máxima.

- Jornada: Puede ser a tiempo completo o parcial, dependiendo de las necesidades de la clínica y del acuerdo con el trabajador.

- Retribución: El salario no puede ser inferior al 60% o 75% (dependiendo de si el trabajador está en el primer o segundo año de contrato, respectivamente) del salario establecido en convenio colectivo para un trabajador que desempeñe el mismo o equivalente puesto.

Ventajas de los contratos formativos para tu clínica

Implementar contratos formativos o de prácticas en tu clínica puede ofrecerte múltiples beneficios tanto en términos económicos como operativos. A continuación, te mostramos las principales ventajas de cada tipo de contrato:

1. Ventajas del contrato para la formación en alternancia

- Reducción de costes salariales: Los trabajadores con contratos de formación en alternancia tienen un salario acorde al tiempo de trabajo efectivo, lo que representa un coste salarial menor comparado con un contrato ordinario.

- Bonificaciones a la Seguridad Social: Este tipo de contrato conlleva importantes bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social. Las empresas pueden obtener una reducción del 100% en las cuotas empresariales si se trata de una pequeña o mediana empresa (PYME) y del 75% si es una gran empresa.

- Incentivos por transformación en contrato indefinido: Si después de finalizar el contrato decides contratar al trabajador de manera indefinida, puedes beneficiarte de bonificaciones adicionales en las cuotas a la Seguridad Social durante tres años.

- Flexibilidad y adaptación a la clínica: Al combinar formación y trabajo, tienes la oportunidad de moldear a los jóvenes trabajadores conforme a las necesidades específicas de tu clínica. Esto facilita la integración futura del trabajador como un miembro eficiente y competente del equipo.

2. Ventajas del contrato de prácticas

- Aportación de conocimientos actualizados: Los empleados que ingresan mediante un contrato de prácticas suelen traer consigo conocimientos recientes y actualizados, adquiridos en sus estudios. Esto puede aportar una perspectiva fresca y nuevas metodologías a tu clínica.

- Reducción de costes laborales: Aunque el salario de los trabajadores en prácticas es menor que el de un trabajador con un contrato ordinario, deben recibir una remuneración acorde a su nivel de cualificación. No obstante, representa un ahorro comparado con la contratación de un trabajador con experiencia.

- Periodo de prueba ampliado: Estos contratos permiten evaluar las habilidades y el rendimiento del trabajador en un entorno real de trabajo durante un periodo prolongado. Esto te brinda la oportunidad de conocer a fondo las capacidades del empleado antes de decidir si se le ofrece un contrato indefinido.

- Bonificaciones y reducciones fiscales: Al igual que con los contratos de formación en alternancia, existen bonificaciones para la Seguridad Social al transformar estos contratos en indefinidos.

- Mejora de la imagen corporativa: Ofrecer contratos de prácticas también mejora la imagen de tu clínica como un lugar que apoya la formación y el desarrollo profesional de los jóvenes, lo que puede atraer a futuros talentos y fortalecer la reputación de tu clínica.

Algo que debes tener en cuenta es contar con acuerdos con Universidades y centros de Formación Profesional si quieres tener facilidades para encontrar personas que hagan prácticas en tu clínica. Siempre debe estar regulado y cumplir con la normativa de la localidad en la que te encuentres, pero puede serte de gran ayuda para acceder a una bolsa de estudiantes que están buscando entrar en el mercado de trabajo.

Los contratos formativos y de prácticas son herramientas extremadamente valiosas para cualquier clínica que busque integrar nuevo talento, reducir costes y fomentar un entorno de aprendizaje y desarrollo continuo. Al elegir entre un contrato de formación en alternancia o un contrato de prácticas, puedes ajustar la contratación según las necesidades de tu clínica, el perfil del trabajador y los beneficios económicos disponibles.

Además de los incentivos económicos y la flexibilidad operativa, estos contratos te permiten contribuir al desarrollo profesional de jóvenes trabajadores, lo que a su vez puede reforzar la imagen de tu clínica como una entidad comprometida con la formación y el crecimiento profesional. En última instancia, una estrategia de contratación que incluya estos contratos no solo mejora la eficiencia y capacidad operativa de tu clínica, sino que también la posiciona como un referente en el sector sanitario.